LIBARDO SUÁREZ ESTRADA

Por Nadith Sandoval Vital

Nació el 4 de Agosto de 1944, en Corozal, hijo de José Suárez Caldera, quien ejecutaba el pito atravesao.

Libardo Suárez, cuyo nombre es “IBALDO”, está casado con doña Alba Robles Benavides, con quien tuvo 9 hijos, 3 hembras y 6 varones, uno de ellos fallecidos y 3 convertidos en músicos de buena calidad.

Libardo es una persona convencida que en Corozal se han perdido y se perderán muchos valores por dos razones: una, no existe unión entre los artistas; dos porque los funcionarios de turno no le han brindado nunca el apoyo necesario a las diferentes actividades culturales.

Incursionó en la música como cajero y cantante, fue integrante de “Los Diamantes del Ritmo”, grupo que dirigía Nelson Pájaro Mendoza, hoy día retirado de la música; fue cajero del poeta viejo de Corozal Alcides Paternina Gamarra, acompañó por varios años al conjunto de Ramón “Moncho” Villa, entre otros.

Para 1976 organiza su propio conjunto; como acordeonero emprendió una vida artística que lo llevó a visitar diferentes sitios de la Costa Norte Colombiana, difundiendo así nuestro folclor.

En una de sus giras por Barranquilla visitó los estudios de Disco Tropical donde grabó un sencillo de cuatro canciones, los temas fueron: El Borracho, Ofrenda, Recuerdo, Vaquero y La Duda, todos de su propia autoría; de igual forma le ha entregado canciones de diferentes grupos musicales y ha participado en diferentes eventos folclóricos como el Encuentro de Compositores Costeños, donde ganó con una cumbia titulada “La Cartagenera”; ha grabado varios trabajos discográficos como el Calabazo, la Sobadera, Estamos Contigo Corozal, un trabajo dedicado totalmente a nuestro pueblo, destacamos algunas canciones que han hecho parte de estos trabajos como Sangre y Ron (Porro), Cartagenera (Cumbia), Feliz Parrandero (Paseo), La Sobadera (Cumbión), El Cambaculero (Paseboll).

Libardo Suárez y Los Cumbiamberos de Corozal se encuentran preparados para grabar una nueva producción discográfica; si algo hay que reconocerle a este gran talento es el empeño y la seriedad con la que ha logrado mantener durante varios años a su agrupación musical organizada, sacando compositores corozaleros y de las sabanas con esfuerzo propio, casi siempre bajo la mirada indiferente de quienes pueden ayudar a impulsar nuestros valores y no lo hacen.